Cuidados:
 
Un terrario de xerófitos en un recipiente de vidrio es una pieza decorativa única y de bajo mantenimiento. Aunque estos ecosistemas recrean condiciones controladas, requieren ciertos cuidados para mantenerse saludables:
Luz: Colócalo en un lugar con luz brillante e indirecta. Evita la exposición directa al sol, ya que el vidrio puede actuar como lupa y generar calor excesivo, dañando las plantas.
Riego: Dado que los recipientes no tienen drenaje, el riego debe ser mínimo. Utiliza un pulverizador para humedecer ligeramente el sustrato solo cuando esté completamente seco. Los xerófitos toleran mejor la sequía que el exceso de agua.
Sustrato: Un sustrato bien drenado es clave. Incluye capas de grava o arlita en el fondo, seguido de carbón activado o vegetal para purificar y evitar olores, y una mezcla de tierra para cactus y suculentas en la capa superior.
Temperatura: Mantén el terrario en un ambiente cálido, entre 18 y 25 °C. Evita cambios bruscos de temperatura o colocarlo cerca de fuentes de calor o corrientes de aire frío.
 
Siguiendo estos cuidados básicos, tu terrario de xerófitos será un mini ecosistema próspero y un punto de atención natural para cualquier espacio.